JoseSo
No escribo en mi blog, desde
agosto 2017. Ahí les hablé de lo que creo sucede con mi partido de toda la
vida, Liberación Nacional.
Sobre la campaña iniciada en
octubre, no quise expresar posición ni preferencia alguna. Hoy se las comparto,
de cara a la segunda ronda. Lo hago hasta ahora, porque, aunque tengo semanas
viendo más coincidencias ideológicas y programáticas con una de las opciones en
disputa, no estuve seguro de mi decisión, hasta que vi, el sábado anterior, las
dos actividades de cierre de ambos candidatos.
Espero entiendan mi decisión, y
la respeten, como yo la de ustedes. Creo que mi elección, no tiene nada que ver
con cálculos o intereses políticos, básicamente, porque no tengo ninguno. Y,
definitivamente, no tiene que ver con encuestas.
¿Cómo veo la actualidad
política del país?
El PAC creyó, en el 2014, que
todas las tesis y críticas que, por su necesidad de auto justificarse como
partido, sistemáticamente arguyeron contra el PLN (sin reconocer que su
fundación dentro del mismo seno del Liberación Nacional los hace casi gemelos
ideológicos en sus premisas básicas), por lo que cayó en el error de creerse su
discurso, a partir de críticas, algunas infundadas, marcando como ciertas
acusaciones dramáticas, que no eran tan ciertas.
Me explico mejor. El viejo
Liberación Nacional de don Pepe y don Daniel, al fundar la Segunda República y
su modelo de desarrollo, con acuerdos país con la oposición, creó una
institucionalidad democrática muy profunda, que desarrolló, como indeseado
efecto colateral, vicios que hoy algunos llaman la “ingobernabilidad”
que sufre el país. Esos vicios que cometieron gobiernos posteriores consistieron
en, sólo como ejemplo, excederse en beneficios a sindicatos y otros grupos de
poder (ciertos grupos empresariales, gremiales, etc.), que generaron el mayor
de los problemas que hoy tiene el país, el déficit fiscal.
Al ganar en el 2014, el PAC chocó
con el muro de la realidad, tanto en lo bueno, como lo malo. Perdió
18 meses de su primer gobierno, persiguiendo fantasmas (carros viejos en casa
presidencial, desfalcos generalizados en todos los ministerios, etc.), que
cuando se dieron cuenta que no existían, ya los había hecho perder un tercio de
su gestión, en su primer gobierno. Su propuesta para desarrollar los proyectos
e ideas y, según su visión, corregir el rumbo del país, solo contaba con 18
meses, pues el último año es perdido en la práctica, al ser año pre-electoral.
Aun así, hasta hoy, persisten
algunos pocos, en perseguir fantasmas (ejemplo el manejo del Consejo Nacional
de Concesiones, que genera un inexcusable retraso, heredado, en obra pública,
entre otros), pero ya, tratando de gobernar y no ser una simple auditoria que
nadie les pidió.
Tuvieron aciertos que, como
empresario y promotor de proyectos de Alianza Púbico-Privada pude constatar,
como en materia de Planificación (una excelente gestión del ex-vice ministro de
MIDEPLAN, Luis Fallas), en Comercio Exterior (el ministro Mora y John Fonseca,
su vice), en turismo y en eficiencia en algunos programas sociales y de
políticas para mejorar la generación de más y mejor trabajo e inversión
extranjera fuera de la GAMA. La reducción de los excesos de la Convenciones
Colectivas (vicio de gobiernos del PLUSC), cinco nuevas aerolíneas que vuelan
al país desde Norteamérica y Europa, consolidación de procesos de desarrollo
fuera de la GAM con las nuevas Zonas Económicas Especiales, aumentó de
Exportaciones, etc, son logros innegables y en tiempo récord.
Pero, desgraciadamente, alzar
tanto la barda en su discurso sobre corrupción les estalla
en su cara. Fue como lanzar piedras, con una casa de cristal. El
caso del Cemento Chino, acto innegable de corrupción, pero que fuera gestado
DESDE VARIOS PARTIDOS, les estalla a ellos en su cara, incluyendo la innegable
aparente participación, que señala la Fiscalía General, tuvieron Víctor Morales
Zapata y demás involucrados, que llegan, supuestamente, hasta Zapote.
Sin embargo, creo que la chichota producida
por su choque con ese muro, le ha acelerado la curva de aprendizaje para
corregir, al PAC como partido. La auto crítica de Otón Solís, ex liberacionista
y co-fundador del PAC y del mismo don Carlos Alvarado, para con su propio
gobierno, me provoca envidia como liberacionista. Es la auto crítica que no hemos
tenido nosotros, que vivimos justificando nuestros innegables yerros y horrores
cometidos, como La Trocha o Crucitas, por
mencionar los más recientes gobiernos liberacionistas.
La actual coyuntura: La encrucijada del pueblo costarricense
La cuestión de mi decisión del
sábado va por aquí...
Estoy convencido que todo esto lo
entendió Carlos Alvarado. Lo compruebo, tanto al ver la tarima de su cierre de
campaña, como por su compromiso de un Gobierno Nacional firmado con Rodolfo
Piza. Líderes, otrora cuestionados del PUSC y del PLN, artistas, líderes
gremiales, empresariales, de las más diversas procedencias. Apellidos como
Figueres, Piza Rocafort, Guardia, Solís Fallas... juntos en una remembranza de
Patio de Agua, de Ochomogo.
En contraste, Restauración
Nacional se queda en el discurso, en actos cerrados en un hotel lujoso, de
adhesiones sin acuerdos publicados para conocimiento del pueblo. Que, dado el
mensaje enviado en su acto de cierre de campaña, limitada a sus compañeros
evangélicos y sin que ninguno de los “pesos pesados políticos” que le dieron la
adhesión, estuvieran presentes, manda un mensaje, no audible, pero implícito,
al electorado y a los mismos advenedizos... “YO NO LES DEBO NADA, y no los
ocupo más que para efecto de campaña, pero nada más” ...
El pueblo, entonces asumirá, de
ser su elección, dos riegos.
Uno, una nueva curva de
aprendizaje del nuevo gobierno, con su respectivo choque contra el muro
de la realidad y de la institucionalidad (con sus fortalezas y vicios)
y, el otro, el que más temo, la contradicción entre su discurso de campaña y
sus acciones como eventual gobierno.
Tienen compromisos con sus
mentores, con su base electoral: el voto religioso, que los obligará a quedarle
mal a algún sector de los que confió en ellos, o le dieron su adhesión. La
presión de ese sector de evitar procesos ya en marcha, en la CIDH, en la
Asamblea Legislativa en temas como Sociedades de Convivencia, FIV, y un muy
peligroso etcétera.
Por último... las imágenes del vídeo bajan de la
tarima de Carlos Alvarado, del sábado anterior, y me encuentro con miles de
jóvenes, organizados espontáneamente, en una ALIANZA POR COSTA RICA... Yo ya
estoy saliendo. Esto es una decisión para mi hija, para esos jóvenes inspirados
al ver como personas “rivales políticos”, se dan la mano y un abrazo
deponiendo lo que los separa, en función de echar a andar, ¡lo que los une!
Mi opinión.... mi decisión... mi
voto es CARLOS ALVARADO. Mi voto es POR COSTA RICA.