lunes, 26 de enero de 2009

de distritales del PLN y Laura Chinchilla

Tuve mi primera experiencia, no trabajando, sino como candidato a delegado -en este caso por Curridabat centro- en las pasadas distritales del Partido. He seguido de cerca la discusión de estimados amigos y compañeros de partido y de este foro, referente a este proceso y la permisibilidad de gente no-liberacionista de participar en el mismo, y aún no he llegado a inscribirme en ninguna de las dos posiciones. Pero este no es el fin de mi mensaje, solo la introducción para contarles mi experiencia personal.

Sabemos el desencanto que existe en la población general con la llamada “clase política”. Tampoco es el propósito de este mensaje juzgar si esta generalización sea justa o infundada, o si ha sido difundida por medios de comunicación que tienen sus propias agendas e intereses. Sólo quiero recalcar que nos guste o no, es una realidad.

Como sea, al aceptar la invitación de compañeros liberacionistas que querían presentar una opción diferente a la tenida en los últimos años en el cantón, a un electorado ávido de cambios y mejoras en todos los niveles de su entorno comunal; discutí y fijé una posición personal, que fue aceptada y respetada por quienes me invitaron, de que este esfuerzo no estuviera supeditado a los intereses y las estrategias políticas de una tendencia, sino a los intereses comunales. En particular a la tendencia que se acercaba más a la mayoría de gente involucrada, la de doña Laura Chinchilla.

Conforme el proceso fue avanzando, donde se denoto qué personas estaban realmente comprometidas con la causa, fui notando una percepción de la gente a la que visitamos. Ante la falta de recursos para comunicar nuestro proyecto a la comunidad por medios masivos eficientes, el grupo que me tocó encabezar junto a doña Elizabeth Arauz, decidimos hacerlo a la usanza antigua, puerta a puerta (chancleteada, diría mi amiga Gaby Alvarez). Esta experiencia nos permitía comentarles a los vecinos, fueran o no liberacionistas tradicionales, nuestra idea y nuestro proyecto. Pero lo más lindo era poder constatar que la gente después de un resquemor inicial se abrían a conversar de sus propias ideas y sugerencias, constatando que quienes estábamos ahí no éramos simples “peones políticos”, sino sus vecinos.

Pero no sólo recibí esa agradable sorpresa. Además, y sin que esto sea una medición científica y que posiblemente mi amigo Luis Fernando Acuña me critique por usar lo que le ha criticado a otros compañeros (aunque esto no fue en internet cafes, bares o paradas de bus), tuve una percepción fuerte adicional. Al hablar de política nacional, la mayoría de gente a la que nos acercamos nos confesó que si votaba en la convención del partido (los liberacionistas) o en las elecciones presidenciales por algún pre candidato del partido, sería por doña Laura Chinchilla.

Hombres y mujeres, jóvenes, no tan jóvenes -como yo- y de la “sub-90”. Expresaban cualidades y percepciones que yo mismo obviaba de doña Laura. No solo el hecho de ser mujer, sino el carácter firme de expresar, incluso ante sus propios compañeros de gobierno, sus propias posiciones como el caso de los Bonos Chinos. También expresaban el hecho de que les generaba mas confianza su personalidad, que otros de los estimables compañeros aspirantes, no como política sino como madre y persona común. Incluso gente que en el pasado se fueron del partido para apoyar al PAC, siendo incluso voluntarios en el pasado referéndum del TLC del NO, expresaron su simpatía por doña Laura.

Creo que esto obliga a doña Laura para ahondar en su mensaje, pensamiento y posiciones, para efectivamente no defraudar a estas personas.

Digo mayoritariamente, porque hubo también quienes se expresaron de forma despectiva, de doña Laura como “esbirro” de los Arias. En estos permeo, ineludiblemente, las críticas que también muchos hacen eco en la prensa.

Sin embargo, la gran mayoría se expreso muy positivamente de doña Laura. Sirios y Troyanos.

El hecho de que gente común se haya acercado a votar mayoritariamente por nosotros, sea por que compartieron nuestro proyecto comunal, o por que nos identificaron como cercanos a doña Laura, aunado a nuestro principio como liberacionistas (VIVA PEPE… vivan sus hombre), de luchar tanto por la transparencia como por la universalidad del sufragio (incluso en las instancias propias del Partido), es que pienso que debemos abocarnos a la búsqueda de una fórmula, que permita hacer más fuerte y grande al partido, sin ser EXCLUSIVOS sino lo contrario, pero sin debilitar nuestras posiciones permitiendo, como bien lo han dicho tanto Carlos Revilla, Luis Fernando Acuña como Marcelo Prieto, que elementos espurios influyan en la toma de decisiones internas de nuestro glorioso Partido Liberación Nacional.

Saludos Cordiales,

José Solano