por Luis Felipe Dobles Junqueira
En el primer artículo de su estatuto el Partido Liberación
Nacional (PLN) se reconoce a sí mismo como un partido “doctrinario y permanente”, sin embargo, y a pesar de haberse
desempeñado como uno de los partidos políticos de mayor trascendencia para la vida
política nacional, experimenta en la actualidad una profunda crisis que tiene
más de institucional que de política y que ha puesto en entredicho tanto su
naturaleza doctrinaria cómo permanente.
En un entorno en constante movimiento y cambio la
permanencia de cualquier institución depende de su capacidad de revisión, adaptación
y renovación de sus fines y capacidades. Bajo este enfoque los partidos políticos
que no se adapten a la actualidad de su contexto, remozando su pensamiento y
abriendo espacios a las nuevas generaciones, están condenadas a desaparecer.
El PLN no es la excepción, enfrenta el la obligación de
derivar lecciones de sus éxitos y fracasos para trazar, a la mayor brevedad, una
agenda institucional que se anteponga a intereses político-electorales y
que unifique a la base de militancia partidaria en un proyecto de
fortalecimiento para replantearlo como una institución doctrinaria y permanente
capaz de reflexionar de forma continua sobre el futuro de Costa Rica y capaz de
plantear soluciones concretas a los retos nacionales. Una agenda que además
sirva para "marcarle la cancha" a las futuras autoridades del
Comité Ejecutivo, pronto a ser electo, y que debe ser liderada por quien asuma
próximamente la Secretaría General del partido, según lo establece el artículo
85 de su estatuto partidario.
Quisiera compartir con los estimables
lectores de este diario algunos de los temas generales de la agenda institucional
mencionada:
1. Las municipalidades son el escenario
gubernamental más cercano a las comunidades, la calidad de su gestión es
fundamental para el desarrollo nacional, sobra decir que las elecciones
municipales del 2016 deben ser una prioridad en el corto plazo para cualquier
partido, en el corto plazo son el principal indicador de los movimientos
electorales hacia el 2018, por lo que todos los partidos requieren comenzara a
trabajar desde ya sus estrategias de competencia y oferta electoral a nivel
municipal, promoviendo a las personas mejor capacitadas para asumir los
gobiernos municipales. El PLN además enfrenta el reto de demostrarle al país
que mantiene su cercanía con el electorado a nivel cantonal, para ello urge
plantear una visión de desarrollo para cada región del país que se traduzca en proyectos
concretos en cada cantón.
2. Existe
consenso en que el estatuto partidario se debe actualizar, pero una reforma
integral sería factible solamente en un momento de mayor cohesión partidaria. Por
el momento se deben orientar las reformas estatutarias hacia cambios puntuales
que le permitan al partido mejorar la administración de sus finanzas, ampliar y
fortalecer sus relaciones tanto con su base militante y electoral cómo con la
sociedad civil organizada (lógica
sectorial), así como respetar la proporcionalidad en los espacios de
representación partidaria a nivel cantonal y provincial (no más mesas gallegas).
3. Urge definir acciones concretas para mejorar la administración de las
finanzas partidarias, en particular, introducir mecanismos para proteger los
fondos de financiamiento permanente del partido de la vorágine del gasto
electoral, introducir procedimientos obligatorios y claros de rendición de
cuentas en el manejo de las finanzas partidarias en todos los niveles,
determinar y presupuestar las necesidades de financiamiento de la dirigencia
para actividades de organización permanente (capacitación, diagnóstico y organización) en todos sus niveles y
establecer un plan operativo anual, con criterios de distribución provincial, para
ordenar y transparentar los gastos ordinarios que le permitan al partido
financiar actividades permanentes de capacitación y organización en todo el
país.
El Directorio
Político debe tener la potestad de establecer la tasación del costo de los
servicios que el partido paga con la deuda estatal cómo garantía contra abusos,
pagos excesivos o desviación de fondos electorales, además de mantener una
registro de oferentes idóneos de servicios. Además urge conformar un fideicomiso
de financiamiento permanente que se integre con fondos público-privados y que
sea absolutamente independiente de los gastos y las dinámicas electorales, que
le dé al partido la posibilidad de capitalizar sus ingresos y eventualmente
invertir más en sus activos, cómo en sedes nuevas a nivel provincial y remozar
el Balcón Verde cómo sede central.
4. Es además
urgente unificar los grupos de juventud en un “Foro de Juventudes Liberacionistas”, un espacio de participación
que no responda únicamente a una conformación producto de procesos electorales,
para fortalecer y garantizar espacios permeables, de fácil acceso y permanentes
para la participación de la juventud en la vida partidaria interna, así como en
grupos de discusión y formación permanente que subsistan, operen y prosperen al
margen de los procesos electorales (pegabanderismo),
así como lo han venido haciendo actualmente los diversos foros de juventud de
forma independiente, con mucha mística y sin mayor apoyo del Partido.
5. Imprescindible
además elaborar e implementar una metodología permanente y participativa de
diagnóstico y consulta a nivel territorial y sectorial, cómo antesala de
congresos "programáticos"
quinquenales, para validar el inmensamente rico legado ideológico y doctrinario
liberacionista, con el resultado además de visibilizar y sistematizar las
aspiraciones políticas de su militancia para traducirlas en propuestas políticas
concretas. Además se deben crear y mantener espacios partidarios permanentes de
debate y negociación con sectores clave de la economía y la sociedad para
incentivar en el seno del PLN un modelo de dialogo político permanente a partir
de los enfoques de alianzas sectoriales, publico-privadas y territoriales.
La Sala
Constitucional ha reconocido a los partidos políticas cómo instituciones fundamentales de nuestro modelo de gobierno
democrático, (ver votos Nº 9340-2010 y Nº 0456-2007), cumplen con
una función hasta el momento insustituible para nuestra vida política, de ellos
depende la capacidad de integrar la voluntad de la ciudadanía en la conducción
del Estado en procura del bien común.
A pesar del
evidente debilitamiento de los procesos de intermediación y representación
política, la calidad de nuestras democracias depende aún en gran medida de
partidos políticos efectivos, reflexivos y competitivos, que encuentren sentido
a su existencia más allá de las contiendas electorales.
Traigo a
colación una cita de don José Figueres Ferrer quién en un discurso radial de
1957 titulado “Los Deberes de Mi Destino”
se dedica a “explicar una vez más lo que es un partido político permanente”,
concluye que un “pueblo que aspira a
autogobernarse cada vez mejor, como no lo puede hacer directamente, necesita
instrumentos políticos estables, agrupaciones organizadas, que garanticen lo
que harán en el Gobierno, sean quienes fueren las personas que el partido
nomine como candidatos a los altos cargos.” Para poder seguir sirviendo a
Costa Rica cómo un instrumento de autogobierno, por encima de personalismos y
caudillismos, el Partido Liberación Nacional está obligado a renovarse institucionalmente
con la verdad de su propio tiempo.