domingo, 8 de noviembre de 2015

De ética interna y traiciones dentro del PLN

Curridabat, 5/11/15

 

Estimados compañeros,

Escribo estas líneas con dolor, uno que me mandó al hospital. Dolor por el daño al esfuerzo por reinventarse del Partido y dolor por ratificar el clamor de muchos liberacionistas que se han ido y otros que a duras penas se mantienen en él, a pesar de que cada día pierden su esperanza de volver a ser el movimiento que, con los Pepe Figueres, los Rodrigo Facio, los Daniel Oduber, los Jorge Manuel Dengo, o los Alberto Fait y los Carlos Manuel Castillo, construyeron un país con justicia social, solidaridad y enormes valores éticos, donde prevalecía un ideario político que ocupaba detentar el poder, sólo para buscar el bien común y no el personal. 

 

Hoy, al comprobar como en muchos cantones compañeros develan que sus aspiraciones personales de poder o puestos públicos, están por encimo de la ética, lo moral y sólo quieren y añoran el “Poder por el Poder”, me siento realmente triste. 

 

Compruebo que, lo que debería ser una norma pétrea escrita de forma indeleble en nuestros corazones liberacionistas y socialdemócratas, no lo es y, por el contrario, muchos reniegan de los procesos democráticos internos, juego democrático en el que se puede ganar o perder, pero que implica el RESPETO AL VOTO Y A LA DECISIÓN DE LA MAYORÍA, que implica defender el sufragio que fue la lucha que encendió la llama de la libertad que iluminó a Costa Rica para llevarla a ser una democracia centenaria y sólida. 

 

La grandeza que implica aceptar la derrota electoral en procesos internos, donde se pierde con quienes deben ser amigos y compañeros de partido, no existe en muchos de los "líderes" locales. Yo puedo aceptar que un proceso municipal se pierda o se gane, pero no gracias a la ayuda a los enemigos de los mismos supuestos “compañeros” del mismo partido en el cantón.

 

Común denominador de estos señores, es el hecho que la mayoría sólo se dedican a alimentar y trabajar por sus aspiraciones... pero sus cantones, distritos y barrios los extrañan cuando se están librando las luchas por lograr resolver problemas serios y mejorar la condición de vida de sus vecinos y sus propios hijos. En los procesos distritales estos personajes logran filtrarse, muchos sin apoyo popular, pero con mucha destreza electorera, para colocarse dentro de las estructuras locales, y de ahí saltar con sus “juegos de chapas” a otras instancias partidarias nacionales.

 

Después, luego de un proceso que nos encendió la alarma pues amenaza la misma existencia del PLN, en el que esos espurios liderazgos fueron atisbados y detestados por el electorado que provocó la catastrófica derrota de Abril 2014, los que sí entendimos que el partido debía ser consistente entre su discurso y su actuar, decidimos hacerlo conforme a la realidad política del país y buscar eliminar la compra de voluntades y votos, la extorsión y el clientelismo como método y, decidimos en muchos cantones, elegir a fórmulas con rostros nuevos y jóvenes. Entonces, los derrotados se van a ayudar a los enemigos de Liberación Nacional, ni siquiera de forma solapada, sino abierta y pública. 

 

Estos mismos que hoy ayudan descaradamente al enemigo que antes combatieron, después, en las próximas distritales, participarán muchos con todo y su HIPOCRESÍA en los procesos internos del partido, después que procuraron su derrota en las municipales. 

 

Las aspiraciones personales que se basan en obtener un modus vivendi y no en la satisfacer el ansia de contribuir con la construcción de un país desarrollado pero sobre todo solidario, seguirán siendo el cancer que no hemos logrado erradicar.

 

La pregunta será entonces ¿lo permitiremos?...

 

Saludos cordiales,

 

José Solano S.